Lo que la liquidez esconde - Trading en Betfair [Capítulo 70]

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· Recopilación de capítulos y entradas anteriores de Forobet y Webapuestas:
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Siempre he promulgado que uno de los aspectos fundamentales del trading deportivo, es la liquidez. Liquidez entendida como la capacidad del mercado para absorber apuestas en cualquier punto de un encuentro, que a su vez redunda en el número de traders que están dispuestos a operar en él. Sin embargo, de la misma forma que pasa en el plano meramente deportivo, los partidos que se consideran “líquidos” son, a su vez, impredecibles.

Parte del atractivo para el espectador amateur está en la emoción de saber quién ganará, y eso para el trading deportivo redunda en oscilaciones más cortas de cuotas. El trader profesional, pese a tener más información acerca de los encuentros populares, no está especialmente interesado en temas emocionales, simplemente frecuenta esos mercados porque son navegables.

De la misma forma que en las apuestas convencionales, las ligas populares son difíciles de prever, y eso implica riesgo de ir hacia el lado contrario en tradings pre-partido, overs, unders y victorias simples. Por ello, todos los halagos merecidos hacia los mercados líquidos se pueden ver desde otro punto de vista: la rentabilidad que obtenemos en las entradas y en las salidas (mejora de cuota) podemos perderla con los tradings fallidos.

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No hay una solución real a este conflicto, ya que una liga cuanto más líquida es, más info tienen las casas de apuestas y más info tienen los demás traders, por lo que las entradas y salidas por valor, que deberían de ser las únicas que deberíamos practicar, escasean. Pese a todo lo expuesto, considero que es una posibilidad real introducirnos en ligas menos líquidas en busca de mejor rentabilidad, aunque para ello tengamos que renunciar a algo de liquidez (en trading deportivo) y asumir algunos riesgos extra en apuestas convencionales.

Lo malo de las ligas menos populares, es eso, que salvo que tengas contacto directo con jugadores, tienes mucha menos información de ellas. Por ese motivo, creo que lo más adecuado es guiarnos por las tendencias de los equipos, que suelen ser mucho más pronunciadas que los que compiten en niveles superiores: apostar a goles. Evidentemente hablo de fútbol, tenis y baloncesto tienen 0 liquidez en torneos menores.

Las ligas menores tienen estas tendencias de las que hablo por la mezcla de jugadores que hay: jóvenes aún irregulares, jugadores que no tienen (ni tendrán) el nivel para divisiones superiores, y veteranos con el físico venido a menos. Por este motivo, dependiendo del tipo de jugadores que tenga cada equipo, podremos encontrar conjuntos hyper abiertos, equipos muy defensivos, y plantillas que se motivan cuando juegan contra los de arriba, pero que sufren jugando contra los de abajo.

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Dado el nivel de los jugadores, hay dos formas de entender el fútbol modesto: o son tan irregulares que los fallos defensivos propician muchos goles, o tienen tan poca calidad atacando que los marcadores son muy bajos. Eso se ve fácilmente en las estadísticas pre-partido de los equipos, por lo que es sencillo prepararnos preselecciones para luego operar con ellas cuando los encuentros comiencen. Sin embargo, en cuanto a las victorias simples, creo que ya es algo más difícil de pronosticar, ya que los equipos no suelen tener ni la calidad (no suelen tener jugadores que desequilibren por encima del resto) ni la preparación necesaria para ser 100% regulares.

En este sentido, el hecho de tener que ir a ligas menores a “buscarnos la vida” me recuerda cuando los jugadores de poker tenían que ir a salas dejadas de la mano de Dios buscando malos jugadores a los que ganar, pese a que el software, el rakeback o el soporte de la sala fuera pésimo. Siempre he pensado que uno debe de ir donde esté el dinero, y ésta sentencia puede tener varias lecturas, y cada uno la puede interpretar como más le interese.

Normalmente, la decisión está entre operar en encuentros populares con un porcentaje de ganancias reducido, o bien buscar un mayor porcentaje en los partidos sin cobertura televisiva, información sobre alineaciones o motivación de los equipos. En realidad, no hay tanta diferencia, en ese sentido, entre el trader y el apostante convencional, ya que para este segundo, son las mismas casas de apuestas las que reducen la liquidez para cubrirse las espaldas, equiparándose así a los mercados poco transitados de las casas de intercambio.