Discusión: Entrevista Henin

Justine Henin

"Reconciliarme con mi familia me ha dado paz"

Justine Henin (Lieja, Bélgica, 1-6-1982) cumplirá en enero 98 semanas como número uno. Defiende título en Madrid, pero su vida no ha sido un camino de rosas.
Tras su divorcio en enero (se casó con Pierre-Yves Hardenne con tan sólo 22 años y en junio cumplió los 25) y su renuncia al Abierto de Australia que le costó perder momentáneamente el número uno supongo que se le haría muy difícil volver
Cuando regresé en febrero, en París, no sabía muy bien de lo que iba a ser capaz ni lo que iba a hacer, pero después me he sentido muy bien en la pista, he estado muy motivada, muy fuerte, y he hecho la mejor temporada de mi carrera. Es un sueño para mí lo que he conseguido, ha sido un año difícil, pero me alegro mucho de estar aquí.

En su segundo torneo del año, en Dubai, ya ganó en la final a Mauresmo. ¿Fue ese un momento clave?
Sí, muy importante. En París pensé que era muy grande volver a estar en competición, y después ya me fui sintiendo mejor.

Llegó a la final de Miami y la derrota con Serena Williams no le pasó factura
Bueno, en Miami lo hice mejor, y aunque perdiera contra Serena tuve un punto de partido. Estaba mejorando, y en la campaña de tierra batida sentí que volvía a estar a mi mejor nivel después de tres o cuatro meses.

Siguiendo con su temporada. Antes de sumergirse en la tierra, su mejor superficie, decidió que debía reconducir la situación son su familia. ¿Eso le ayudó a sonreír?
Sí, creo que sí. Además, mi hermano David sufrió un grave accidente de tráfico que precipitó las cosas. Fue un gran paso cuando decidí volver con mi familia, y para mí era muy importante sentir alegría, me siento en paz. Estoy contenta por haberlo hecho, y cambió muchas cosas. Era el tiempo de volver Estaban mi otro hermano (Thomas), mi hermana (Shara), mi padre (Jose). Todo ha sido muy emotivo. Estamos juntos otra vez y eso es algo que llevaré el resto de mi vida.
(La número uno se emancipó con 14 años porque no soportaba la presión de su padre y rompió toda relación con él y sus hermanos).

¿De qué forma le ayudan ellos?
Por ejemplo, después de ganar en Zúrich mi último torneo, mi hermano David vino a pasar unos días conmigo en Montecarlo (allí tiene fijada su residencia). Puedo pasar poco tiempo con la familia, y realmente lo necesitaba. Todas las jugadoras estamos cansadas tras una larguísima temporada, pero en mi caso mi agotamiento es más emocional que físico. Y visitas como la suya me ayudan.

Tuvo que superar la muerte de su madre con 11 años. Estaba muy unida a ella. ¿Eso le marcó?
Por supuesto. Fue duro, pero la vida no siempre es justa. Creo que mi madre aún está conmigo, Pienso mucho en ella, aún está viva en mi corazón. Me da fuerza.

Cada vez que gana un Grand Slam, y ya van siete, tiene una dedicatoria
Sí, exactamente. Dediqué el triunfo a mi madre en Roland Garros hace cuatro años; a mi familia este a el US Open a Carlos (su entrenador), a la gente que quiero, a mis amigos... No tengo mucha gente a mi alrededor, sólo unos pocos, pero son los que me apoyan. Aunque viaje mucho nunca me siento sola gracias a ellos, y eso te da mucha seguridad.

¿Es Carlos Rodríguez algo más que un técnico para usted? Prácticamente no ha conocido a otro entrenador más que al argentino.
Sí, nunca ha dejado de apoyarme. Con cualquier decisión que tomara, y este año más que nunca. Es más que un entrenador de tenis, es alguien que me gustaría que formara parte de mi vida durante mucho tiempo. El hecho de que soy la madrina de uno de sus niños dice mucho, y para mí también son mi familia. En 11 años nunca nos hemos preguntado si debíamos seguir trabajando juntos o no; creo que me enseña algo nuevo cada día y tengo la sensación de que seguimos creciendo juntos. Por eso hace dos años tomamos la decisión de fundar juntos una academia. Es algo importante para el resto de nuestras vidas, es algo que seguiremos haciendo juntos.

¿Qué se siente en la cima del tenis? ¿Responsabilidad? ¿Alegría? ¿Soledad?
Mucha responsabilidad. A veces viajar supone muchos sacrificios. Debes estar lejos de la gente que quieres, pero a la vez recibes mucho apoyo de tus fans que esperan cosas de ti. Tienes que ser un ejemplo para ellos, porque la gente se fija en ti todo el tiempo, y debes tomar las decisiones adecuadas. No es fácil ser siempre un modelo y ejemplo a seguir. Pero yo doy lo mejor de mí misma, y espero seguir aprendiendo y transmitiendo buenas sensaciones.

¿Sabe cuánto dinero gana? (En Madrid, Henin superará el récord histórico de ganancias en un año, que tenía Clijsters en 2003 con 4,46 millones de dólares. Ella ya lleva 4,36).
No. Tampoco voy a decir que no me importa, porque hace las cosas más fáciles, pero no es la razón por la que juego, no es mi mayor motivación.

¿Le preocupa mucho su salud? Y no lo digo sólo por las lesiones inherentes al juego.
Siempre me preocupo por mi salud, es importante para mí. No soy sólo una jugadora de tenis, soy una persona, y quiero mantenerme sana el resto de mi vida. Me cuido no sólo porque soy una atleta, sino también una mujer, y es vital no quemarse porque espero poder durar mucho tiempo. No tomo cosas azucaradas antes de dormir, ni leche de vaca, ni tomates o champiñones.
(Justine sufre un problema inmunológico y si juega mucho queda expuesta a infecciones virales, porque sus defensas están entonces más bajas de lo normal e incorporó un nutricionista a su equipo).

¿Ve bien la idea que fomenta la WTA de unir tenis y glamour?
Creo que es importante que haya diferentes personalidades en el juego y fuera de las pistas. Eso les gusta
a los aficionados, pero yo no le doy tanta importancia.

Usted creó una fundación en 2003 (Justines Winners Circle) para ayudar a niños con cáncer. ¿Sentía la necesidad de implicarse en la lucha de esta enfermedad?
Sí, claro, porque mi madre murió de cáncer. No hay nada más injusto que ver a un niño padeciendo esa enfermedad. Sentir que puedo hacer algo por ellos me reconforta mucho.

¿Existe entre usted y Venus y Serena Williams alguna relación?
(Resopla y tuerce el gesto). No tengo ninguna relación.

¿Es imposible?
Es que es muy duro tener una relación con las otras jugadoras en este mundo. El tenis es mi trabajo. Jugamos para ganar. Es pura competición, no es un mundo real, aunque a mí me haga muy feliz.